jueves, 17 de diciembre de 2020

Llámame


Llámame, Señor,
que el eco de tu verbo
resuene límpido en mi interior;
pronuncia mi nombre como Buen Pastor,
que veloz mi corazón atenderá tu clamor.

Llámame desde lo profundo de mi alma,
susurra en mi conciencia tu Palabra,
donde reposan mis deseos y se gestan mis sueños;
compárteme tus ilusiones y haré míos tus anhelos.

Llámame,
háblame suave,
brisa fresca que renueve mis fuerzas;
hazme sentir tu Voluntad,
que mis manos la realicen
y a prisa a ti me lleven.

Llámame, Amado,
se insistente,
mi espíritu está pronto,
mas mi pecho se distrae
y hace de lo pasajero su alimento
y olvida que Tú eres su sustento.

Llámame desde el silencio,
ahí resuena mejor el sonido de tu voz,
melodía intangible que exalta a mi alma
y a mi espíritu rejuvenece,
no pasará la vida mía,
sin que tuya se haga para siempre.
Amén

Yerko Reyes Benavides

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