lunes, 7 de diciembre de 2020

A la hora del Dolor

Señor Jesús mantén a la distancia la dificultad, la angustia y la enfermedad; no dejes que a mí llegue la hora de la prueba, donde en esta vida se examina, el valor para la entrega. 

Escóndeme Señor a la sombra de tus alas, que al pasar la adversidad por mi casa a ti sea a quien vea, guardián de mi vida, custodio de mi ser, poseedor de mi amor. 

No permitas que mi dignidad, la que tú me diste en bondad, caiga herida por la mentira, el juicio y la crítica pervertida. 

No dejes Señor que la pena y el castigo irrumpan con su fusta y sean un obstáculo en el sendero de la ofrenda que abrigo entre mis manos. 

Pero, mi Señor Amado, si la hora del dolor llega, y la debilidad acapara mi existir, a ti elevo mi oración humilde, dame la capacidad de consentir, en mi alma y corazón, el coraje con el que tú abrazaste la cruz de la oblación. 

Que me falte todo, a todo estoy dispuesto, menos tu amor y compasión. 
Amén

Yerko Reyes Benavides

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