Encendiendo sus luces
Cuarta semana, cuarta vela.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén
Amén
¡Ven, ven Señor, no tardes!
Te aguardamos con alegría y en esperanza.
¡Ven, Señor Jesús!
Es inminente, el Señor ya está a la puerta, su llegada no ha de tomarnos por sorpresa; llega nuestro Señor y Salvador.
Nuestro corazón ante el anuncio del Ángel Gabriel se llena de gozo, pues su mensaje nos trae la Buena Noticia ansiada; en ella se renueva nuestra esperanza y se fortalece la confianza, Dios sigue haciendo entre nosotros su morada y en él todas las cosas serán nuevas.
Oración
AménAnimosos en esta semana final de preparación renovamos la esperanza de la salvación que ya llega a nuestra vida y por ello encendemos la cuarta velita de nuestra corana. Ofrecemos la luz de este cirio morado como signo de nuestro compromiso en no bajar la guardia y estar atentos, dispuesto a encontrarnos al niño Dios naciendo en nuestro corazón.(Con las tres velita anteriores ya encendidas, se procede a prender la cuarta de color morado)Que esta pequeña llama hoy encendida arda también en nuestro alma, mente y corazón y represente nuestro deseo de hacerte presente en cada día de nuestra vida.Que las penas sentidas desaparezcan y resurja la alegría de saber que vienes a nosotros y ya está pronta tu llegada. Por eso decimos llenos de esperanza: ¡Ven, Señor Jesús!
Padre nuestro…
Gloria al Padre y al Hijo…
Propósito de la Semana
Gloria al Padre y al Hijo…
Propósito de la Semana
Son escasos los días venideros antes de la Noche Buena. En estos últimos días de preparación, María sale a nuestro encuentro, y ella misma nos toma de la mano; no quiere que ninguno de nosotros se pierda el gran acontecimiento de la Salvación, por eso ella nos lleva a la contemplación del misterio de Amor contenido en Nacimiento de Cristo, hijo de Dios e hijo de sus entrañas.
El propósito para estos días será despójanos de toda pretensión, vanidad, orgullo o soberbia; para quitarle a la manera de celebrar la navidad lo superficial, lo vano, lo frívolo, lo material, lo decorativo, y quedarnos con lo que realmente es lo importante: el Dios que se hace uno con nosotros.
A la Santísima Virgen María le encomendamos nuestra intención diciéndole: “Madre, muéstranos el camino que nos lleva a Jesús”.
Que esta luz encendida ilumine nuestro recorrido espiritual de esta semana y tu bendición este siempre con nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén
No hay comentarios.:
Publicar un comentario