Mi Señor y mi Dios,
mi principio, mi camino y mi destino,
mi protector, mi redentor y salvador,
mi bien, mi todo, y también mi amigo:
nada soy sin ti, sin ti nada tengo,
todo lo puedo contigo
si tú estás conmigo;
concédeme la gracia ser tu testigo,
y de tu ternura un mendigo;
que como semilla de trigo
en tu amor florezca
y en tu corazón por siempre amanezca.
Amén
Yerko Reyes Benavides
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