Hacedor de caminos, transita sereno,
los parajes más inhóspitos de mi ser,
y abre sin dilación un sendero
a lo más recóndito de mi alma,
en el que por él lleguen aprisa
tu ternura, tu amor y tu bondad.
Hacedor de caminos,
que recorres los desiertos
que van dejando mis errores y desaciertos,
deja huella de tu misericordia
en la arena de mis temores y mis miedos,
las señas que me traigan de vuelta al oasis de tu compasión.
Hacedor de caminos, no dejes de buscarme
en mis tristezas, en mis dolores y en mis penas;
inunda de tus bondades las llanadas de mis desesperanzas,
conforta mi espíritu con las letras de tu pasar sigiloso.
Hacedor de caminos,
no te detengas en la montaña de mis vanidades,
pretensiones y seguridades,
ábrete paso sin arredro por mi voluntad vacilante
por más que a tu encuentro salgan mi orgullo y mi arrogancia;
sólo así, este espíritu en mi, encontrará el camino de su plena libertad.
Hacedor de caminos no dejes de recorrer este último sendero,Amén
el que te lleva a mi corazón,
que aunque tuyo sea, le urge que le abras paso
para que este amor en el escondido y contenido,
atrapado ya no quede y encuentre en ti desbordarse
sin ya ser más detenido.
Yerko Reyes Benavides
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