Desde su aprobación y promulgación, por parte del Papa Juan Pablo II, como fiesta litúrgica para toda la Iglesia, en el 2000; la devoción a la Divina Misericordia se ha expandido a todos los rincones del mundo.
La Coronilla como rezo propio y característico de esta devoción -inspirada en las revelaciones recibidas por Santa Faustina- es ampliamente conocida y practicada, pues es una oración sencilla que utiliza las cuentas del rosario para ir por medio de una jaculatoria pidiendo sea desbordada, en cada persona y en todo el mundo, la Misericordia de Dios.
La Coronilla como rezo propio y característico de esta devoción -inspirada en las revelaciones recibidas por Santa Faustina- es ampliamente conocida y practicada, pues es una oración sencilla que utiliza las cuentas del rosario para ir por medio de una jaculatoria pidiendo sea desbordada, en cada persona y en todo el mundo, la Misericordia de Dios.
Hoy día, en medio de la pandemía que afecta a la humanidad entera, nuestra voz ha de unirse en una sola súplica y ser elevada con mismo sentir del corazón:
"Por tu dolorosa pasión:
Ten Misericordia de nosotros y del mundo entero".
Yerko Reyes Benavides
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