"Amado Señor,
Tú seas en mí,
y yo un poco más en ti"
Señor Jesús estás siempre atento a lo que pasa en mi interior; cuidas y proteges mi corazón; no me desamparas en los momentos de preocupación, ni me dejas solo en la tribulación.
Eres, Amigo, en quien confía mi alma; el único que permanece cuando todo lo demás desaparece. Te mantienes fiel a la promesa de estar a mi lado; no te vas en la necesidad; te quedas y tu gracia me concedes, aunque nublados mis ojos en el momento de ello estén y cuenta no me dé.
En mi hay tempestad; en ti calma.
En mi hay turbulencia; en ti serenidad.
A mí las dificultades me agobian, me cansan, me agotan; en ti son razones para seguir luchando, pues tu encuentras fuerza en la debilidad.
En mi las penas aniquilan la esperanza; en ti sólo hay confianza, disponibilidad plena a la Voluntad del Padre; sólo sabes que, lo de él es lo mejor y te das siendo tú todo amor.
En mi hay reconcomio y resentimientos de viejas heridas, que me mantienen en guardia; en ti hay nobleza, no le cierras las puertas de tu corazón a ninguno, y tanta bondad hay en ti que incluso amas y perdonas al que te lastima (a mi, muchas veces).
En mi hay temor, un miedo que paraliza mi ser; mas tú me llamas a tener valor, a no dejar que el temor invada el corazón, pues bien claro tienes que, quien en miedo camina no puede surcar los cielos del Amor.
Que tu gracias hoy, Jesús, venga a mi sobre las aguas inquietas de mis tempestades; sea en ti en quien mis desasosiegos encuentren calma. Y, así amado Señor, Tú seas en mí, y yo un poco más en ti; y tiendo en mi la seguridad de tu amor, sea para la gente razón y ocasión para seguir caminando en esperanza.Amén
Yerko Reyes Benavides
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