enséñanos el recogimiento
la interioridad;
danos la disposición de
escuchar las buenas inspiraciones
y las palabras de los verdaderos maestros.
Enséñanos la necesidad
del trabajo de reparación,
del estudio,
de la vida interior personal,
de la oración,
que sólo Dios ve en lo secreto;
enséñanos, lo que es la familia,
su comunión de amor,
su belleza simple y austera,
su carácter sagrado e inviolable.
Amén
Boletín Lazos de Fe, Edición Electrónica, Año 1, Nº 1, Diciembre 2007
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