sábado, 14 de noviembre de 2020

Sean Perfectos

No hace tanto leía que los cristianos de hoy necesitan mayor preparación. Coincido con esta afirmación. El desconocimiento hace a la persona vulnerable a toda clase de ideas “chatarra” –ideologías- que deambulan de aquí para allá buscando algún incauto; algunas más peligrosas que otras, por su carácter destructivo y deshumanizante. 

Una de ellas es y la trascribo tan literal como la he encontrado repetidas veces: “No es Voluntad de Dios que seas perfecto”. A lo que sigue inmediatamente otra afirmación que refuerza la antes expuesta. “La voluntad de Dios es que seas feliz”. 

El desconocimiento hace que repitamos cosas que pecan no por lo que dicen sino por la situación en la que nos dejan. Freses aparentemente inocentes, como esta, nos dejan traveseando en la mediocridad que no nos es afín por naturaleza, ni biológica ni mucho menos espiritual. 

Lo que sí es totalmente característico de nuestra humana esencia es la perfectibilidad; es decir, hacernos por su desarrollo -ya que poseemos las competencias y las posibilidades (capacidad)- más competentes, o lo que es igual decir, perfectos. 

Así pues, esencialmente ser, existir, no es solo estar, sino que la vida en sí misma se debate entre la libertad y la perfectibilidad. 


¿Muy filosófico? ¿Te parece? 

No, para nada. Para no divagar en los anchos océanos de la metafísica o la epistemología, pongámoslo en la perspectiva del Evangelio, vayamos la fuente, el pensamiento de Jesucristo, a quien seguimos y del que decimos Señor y Dios nuestro: 
"Por tanto, sean ustedes perfectos como su Padre celestial es perfecto. (Mt 5,48) 
Nada más, ni nada menos: Ser Perfecto como el Padre Dios. 

Sí, eso sí es voluntad de Dios. Aunque muchos ni lo tengan presente. “Y serán como dioses”. Es otra expresión de Jesús a la que hace referencia cuando algunos intentan justificar su pereza y descuido, decidía y conformismo. 

Este tema amerita ser profundizado en otro contexto. Sin embargo, es una buena ocasión el que no te quedes atrapado en esas frases “cliché” muy bonitas y sugestivas pero nada sugerentes. 

El propósito, que se inicia en esta misma jornada, es tomar conciencia que lo que hayas hecho hasta ahora es sólo una pequeña parte de lo que puedes hacer si te propones dejar la flojera, sobre todo la espiritual y atender el llamado del Señor a ser Perfecto como el Padre. Las posibilidades para ti serán infinitas. 

El compromiso: si ya pudiese la mano en el arado y has iniciado un Itinerario espiritual, entonces no lo abandones, aunque no sea tan sencillo como si lo resulta ser una vida de piedad y devociones.

Yerko Reyes Benavides

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