AménTe pienso, al despertarme te pienso, Señor Jesús; te pienso al levantarme y al revestirme de la claridad que me das en cada amanecer.Te pienso, ahí también te pienso, al despedir el día, en la noche y su descanso, te pienso y te contemplo en la penumbra y sus estrellas, en el silencio del día que fenece.Te pienso y en cada acontecimiento de mi existir te encuentro, tan presente, tan vivo, tan sutil, tan real y sugerente.Te pienso en cada instante y tu amor me invade, me sacude, me seduce, me vence y te pienso más allá del tiempo.Te pienso y mi alma se estremece, mi ser se desvanece en el deseo de poseer la plenitud del don, que desborda indetenible a tu corazón traspasado de amor.Te pienso y en mi pensamiento se trazan las líneas que recrean tu presencia, el pincel de mi ilusión plasma las facciones de tu rostro en el lienzo de mi alma que se exalta y se trasciende.Te pienso Señor, y en este pensarte desaparece la soledad de estar de ti distante.Te pienso, siempre te pienso, y no dejo de pensarte Amado, te pienso en la vigilia de la vida y en el morir de cada día.
Yerko Reyes Benavides
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