jueves, 27 de febrero de 2020

Un día más

Siempre habrá muchas cosas en qué pensar, tantas cosas qué considerar, algunas se adueñarán de las horas del día y le habrán de quitar horas al descanso de la noche; incluso estarán las que se roben los sueños e le impidan a la esperanza darnos el aliento para seguir caminando, un día más. 
Cuando lleguen esos días, en que el pensamiento se torne hostil y se vuelva y estremezca nuestra fe; no llegues tarde, Señor, a nuestro corazón, pues sentir que en tu bondad nos acoges y en tu misericordia nos arropas, será lo que nos permita seguir confiando, un día más.  
A su momento nos alcanzará la tempestad, querámoslo o no, y de ello ahora soy consciente, y golpeara con una fuerza incomprensible nuestra vida: devastado será nuestro orgullo, removidas las fuerzas de nuestro cuerpo, quitado todo de cuanto hacíamos alarde poseer, incluso el honor y la dignidad; la enfermedad nos sacudirá con dureza; en ese tiempo ven Señor, en mi auxilio, pues en ti estará la fortaleza que me haga desear, un día más.  
Cuando la agonía lleguen a mi vida, habrá mucho en que pensar, más no habrá de qué preocuparse, pues tú, Nazareno amado, iras por delante, y podré contemplarte, llevando el leño de mi tribulación, de mi angustia y vejación; y al mirarte elevado en la Cruz de mi pecado, podré en tu amor levantarme y ponerme en pie, un día más. 
Amén

Yerko Reyes Benavides

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