Búscame Señor en el desierto, cuando mi alma y corazón se queden sin aliento, agostadas estén sin el agua de tu bondad y gracia,
Búscame Señor en la soledad, en la pena y también en la dificultad, que en camino hacia ti me encuentro y no quiero perderme en el tiempo.
Búscame Señor, cuando la calma golpee a mi barca, pues seguro no estaré haciendo lo que esperas de mí, y habré bajado los brazos dejando que la corriente me arrastre a su antojo en las aguas de la vaciedad y el enojo.
Búscame Señor, cuando deje de hablarte y falte a la cita que día a día tengo contigo. No dejes que al corazón lo invada la indiferencia que se alimenta de sentirte en ocasiones ausente.
Búscame Señor, cuando el desamor aparezca, y pierda la confianza. Cuando sienta la decepción que trae la gente que se empeña en rendirse al el mundo y sus haberes.
Búscame Señor, cuando esté en riesgo la esperanza de esperar solo en tu amor y en tu ternura y, cuando caiga en la tentación de apartarme de ti.
AménBúscame Señor, porque aunque yo a ti te esté siempre buscando, también necesito que tú a mí me encuentres.
Yerko Reyes Benavides
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