Uno de mis libros favoritos de la
Biblia es el Cantar de los Cantares, es un “cuadernillo" de ocho capítulos, pero de una intensidad y densidad que quien se zambulle en sus líneas queda extenuando
interiormente de tanta exaltación del amor.
Un cántico, una oración, un
poema, una oda “al amor” que sonrojaría a cualquiera si lo toma desprevenido.
Hace instantes leía la publicación de una persona en las redes sociales que
hacía una consulta que a mí también me han hecho en varias ocasiones: ¿Por dónde comenzar a leer la Biblia?
La respuesta convencional es por el Nuevo Testamento: Los
Evangelios comenzando por orden –Marcos, Mateo, Lucas y Juan- las Cartas de los
Apóstoles y, los más osados recomendarían leer los salmos. Hace un tiempo atrás
yo contestaba de forma “convencional”, hoy a quien me preguntara sobre el tema y, lo
estoy sugiriendo para quien está leyendo esto, es, que comience a leer la Biblia por el Cantar de los Cantares.
La Biblia es la historia de Amor de Dios y el hombre; de Dios y la humanidad;
un amor que se tradujo en promesas, en acciones liberadoras, en complacencias y
consentimientos; pero también en conflictos, peleas, celos y algunas otras
cosas más. Entonces, si la Biblia es la historia
de Amor de Dios: hay un amado, hay un amante y está el amor. La mejor manera
de introducirnos en esta historia de amor, es a través del libro más osado, audaz
y atrevido de la Biblia: El Cantar de los Cantares. Ya el título es sugerente,
o ¿acaso cuando te enamoras no comienzas inconscientemente a cantar? ¿O tu vida
se convierte en un poema que te hace danzar?
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