El miedo nos invade, toca a las puertas de nuestra vida,
llega de manera violenta, se manifiesta de formas diversas,
a veces es tristeza, otras preocupación, también es enfermedad,
peligro y la soledad,
pero la más grave de todas,
pues se apodera del corazón e invade el alma,
es la que viene en forma de desconfianza pues se roba la esperanza
la certeza de que Tú estás más allá de todo mal
y jamás nos abandonará tu misericordia y tu bondad.
En estas horas de desasosiego, llénanos de tu fortaleza Señor,
infunde en nuestro corazón tu valor y también la seguridad
que aun en medio de la dificultad,
todo será para bien aun cuando tengamos que transitar los “valles de lágrimas”.
Abunde en nosotros tu gracia, la que nos hace ser fuertes en tu amor,
para que podamos dar aliento de vida
y ser luz en medio de la tiniebla del llanto y del dolor.
De tu Corazón somos heraldos, que en nuestra fe y caridad vaya tu palabra,
la que aviva la esperanza, de esperar todo de ti,
pues tu Sabiduría es más grande que nuestra ciencia.
Ayúdanos a vencer el miedo y acompáñanos ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos.
Amén
Yerko Reyes Benavides
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