martes, 19 de junio de 2018

No, no aun, no

Hay gente con tantos deseos de vivir
y con menos recursos.
Entonces ¿por qué te echas a morir?

No te tocó la vida que soñaste,
¿por qué dejaste de buscarla?
si en ti estaba
darle rienda suelta a lo que quisieras
cuando de niño hacías planes;
fantasías eran tus pensamientos
pero no utopías,
puesto que lo que anhelabas
en tus manos estaba,
y ahora desfalleces
feneces,
te entregas, te rindes y renuncias.

¿Acaso no sabes que tienes más que otros?
que, con poco han hecho de lo común
lo extraordinario;
lo imposible de lo posible: infalible.

¿No alcanzaste tus sueños de infancia?
¿Quién te dijo que en ese instante
la vida termina,
las ilusiones desaparecen
y la muerte llega?

Sólo caíste en la trampa
de la desconfianza,
de una desesperanza,
tan típica de esta época
que vende los sueños y
destroza los anhelos
para que pocos sean los que tengan vida
y la tengan copiosa.

Tantos deseos de vida que hay en muchos
que aun siendo poco,
sólo un trozo:
pedacito de cielo en la tierra,
sus corazones laten desbocados,
porque aun conciencia no han desarrollado
pero eso sí, deseos de vida cuantioso en sus pechos palpita
sin si quiera preocuparse en detenerse:
¿muerte?
En la vida solo vida cabe.

No, no es justo que renuncies antes de tiempo,
tu tiempo de morir no ha llegado,
a la puerta no ha tocado,
ni si quiera la de tu existir: distraído.

Lo mejor que puedes ser, lo vas siendo,
descubriendo en tus trémulos pasos
por un mundo que se ofrece tortuoso
pero que en las sombras aparece con tonos
y matices cada vez más hermosos
lo festivo que la vida va dejando
en el corazón de los que se lanzan sin temor
a amar sin restricción:
la vida que ya han recibido.

No, aun no, no abandones
que falta un trecho, un lecho,
donde yacer los sueños hechos
verdades de lo inimaginable
de lo impensable,
de lo que jamás se te hubiera ocurrido pensar
en luz, sino en tinieblas.

En las horas de la noche llegaron
aquellos pensamientos
que despertaron en ti,
lo que ya en sí eras
pero que aguardando estaban
a que decidido te lanzaras:
ser lo que ya eres,
no lo que no tienes;
más y sobre todo mejor,
puesto que sin el dolor
lo sobresaliente de ti no hubiera despertado.

Ten paciencia, no, aun no, no has sido
quien puedes ser, aguanta, resiste,
deja que la noche se haga cada vez más oscura
que en la penumbra podrás ver la claridad
de lo que en ti existe.

Faro incandescente de vida bien vivida
en alegría eterna.

Yerko Reyes Benavides
A un año.
Un despertar:
"Soy lo que voy siendo"



No hay comentarios.: