Buscando he estado,
hurgando en mi interior
hasta en los pliegues de mi corazón,
las palabras consistentes
que no dejen pendientes,
los vaivenes de mi mente
donde te he tallado insistentemente.
Cómo decirte
que después de tanto pensarte,
creyendo honrosamente conocerte,
lo elocuente de mi verbo
enmudeció, al beso,
de tus labios en mi frente.
Delante de mi te pusiste
mis prejuicios venciste,
lo que había dado por sentado
ante tu mirar enamorado,
quedo definitivamente desterrado
y a tus pies caí derrotado.
No te presentaste según tenía creído,
no llegaste a satisfacer mi seguridad
viniste a sacudir el orgullo y vanidad
del hombre fingido,
que había construido,
la idea impropia de tu divinidad.
Ahora puedo decirteAmén
que no eres lo que quería
ni si quiera lo que pedía
eres más de lo que anhelaba
por lo que mi alma suspiraba
y en mi interior gemía
esperando el día
de amarte sin pensarte
y abrazarte sin imaginarte.
Yerko Reyes Benavides
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