La noche estaba cayendo,
en el ocaso la luna y las estrellas reluciendo;
silencio, como tantas, noche serena;
en vigilia se encuentra el centinela.
En aquella noche estaba pasando
lo que muchos no estaban soñando,
unos pocos lo estaban esperando
y en su desvelo los sorprendió:
la ternura y el amor de Dios.
Aquella era la noche y estaba pasando,
en quietud y en resguardo una luz titilando,entre gallos y madrugada el rocío del cielo cayendo
el retoño del renuevo estaba surgiendo.
Mi Dios, mi Amor, estaba naciendo,
en aquella noche estaba aconteciendo,
gemidos y llanto pasando
su compasión y bondad llegando.
María y José seducidos en amor creyendo,
en aquella noche que día se iba haciendo,
Dios eterno entre sus brazos estaba
sonriendo los miraba y los amaba.
¡Qué hermosa es la eternidad
cuando de sonrisa se viste, y de humildad!
No me di cuenta, no estaba en mí
lo que en aquella noche pasaba,
pero hoy mi corazón se exalta,
suspira de alegría y esperanza
del Dios altísimo y eterno
hecho niño, hecho hermano
hecho uno, nacido humano.
sábado, 24 de diciembre de 2022
Aquella Noche
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