Enséñame, se Tú, Señor, el único Maestro de mi ser clandestino, en donde atesoro la inocencia y la pureza del vivir a tu amor rendido.Amén
Enséñame, Peregrino de mi alma, toma mi mano, condúceme en la Verdad, instruye a mi espíritu anhelante, en los secretos de tu Corazón en bondad desbordado.
Enséñame, Jesús adorado, muéstrame una vez más la herida de tu costado, deja que en tu pecho repose mi corazón, de penas y desamores lastimado, en el latir de tu amor encontrará consuelo y será reconfortado.
Enséñeme, entrañable Amigo, a no perder la paciencia en las dificultades de cada día, ni a desesperarme ante las pruebas de la vida; otórgame la serenidad de tu confianza, para sobrellevar con templanza el yugo de tu amor.
Enséñame mi bien Amado, a abandonarme del todo y sin reservas a tu proveniencia; a confiar y espera todo de tu omnipotencia, y así libre ya de toda penitencia, pueda amarte en todo y todos sin más continencia.
Yerko Reyes Benavides
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