AménHazte sentir, Señor, en esos días aciagos, cuando no intento encontrarme contigo y me escondo lejos de tu presencia; la oración se hace amarga en los labios y me quedo en la soledad de mis silencios.Hazte presente, Señor, cuando la desolación irrumpe sin invitación y este corazón que a ti pertenece, se dispersa lejos de tu amor y se abate en la angustia, la tristeza y el dolor.Hazte cercano, Señor, cuando el vacío llega y la ilusión de en ti esperar se disipa; la duda sacude al alma y la prueba al espíritu, en tu amor siempre dispuesto, engaña.Hazte constante, Señor, cuando mi fe se encuentra herida, la confianza detenida y mi esperanza en tu promesa estremecida.Hazte insistente, Señor, en esos días en que el deseo desaparece y la ilusión se desvanece pues en esos días aunque no lo diga es cuando más te estoy necesitado.
Yerko Reyes Benavides
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