sábado, 10 de febrero de 2018

Uno solo en Dios

"Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre
de todos, que está sobre todos por todos y en todos"
(Ef 4,5-6)

¿Podría San Pablo dejar más claro el asunto? Pues, claro que no. Lo dicho ya está hecho y, en sus palabras encontramos la coincidencia de lo que Jesús quería significar cuando hablaba del Reino de Dios, y hablando de el se lo legó, como herencia indiscutible de su corazón: "a los que son como niños". 

De ahí la vital importancia, de emprender un itinerario espiritual que no lleve de vuelta a la niñez desde la cual nos relacionamos con Dios y, que por cierto, no tiene nada que ver con la inmadurez. 

Este itinerario lo hemos emprendido bajo la figura de "Espiritualidad de la Ternura" que hemos venido desarrollando no doctrinalmente sino buscando vivenciarla antes de conceptualizarla y cognocerla. 

La espiritualidad de la Ternura la hemos venido experimentado a través de Volver a Ser Niños, que hoy llega a su estampa número 39 y, en esta se nos recuerda el camino no del "ecumenismo" sino el camino de la unidad original, donde en Dios Padre hemos sido uno y el uno en todos. 

Hay mucho contenido antropológico, filosófico, psicológico, teológico en cada Volver a Ser Niños. Sin embargo, no nos enredamos en conceptos y teorías. Sino que vamos al terreno de lo practico y y significativo.

Una capsula de curación para nuestras almas desgastadas de tanto llevar y llevar "palos" de desamores y sinsabores. 

Como en otras ocasiones lo he manifestado este es un "ejercicio para el alma" y consiste en: Pensar, Meditar, Orar, Decidir y Vivir. 


Volver a ser niños
Espiritualidad de la Ternura 

Yerko Reyes Benavides

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