domingo, 18 de febrero de 2018

¿La tuya o la mía?



¿Tu voluntad?

¿Mi voluntad?

Tan distintas y tan diferentes que a veces nos llevan a cuestionar si tu voluntad tiene sentido sobre mi vida y, cuando los argumentos que usas para convencerme de ello, son contrarios a mis intenciones, propósitos, percepciones, sentimientos, afectos, y conocimiento simplemente me decanto por ignorarte, como se ignora a un no querido, aunque de la boca, constantes, salgan te amos todo el tiempo.

Pero ¿Cuánto tiempo más puedo ignorarte? Si a final de cuentas mi voluntad me llevará a recorrer caminos que te darán la vuelta una y otra vez; algunas veces cuesta arriba, otras de bajada, otras de rodillas y otras en humillante postración. Mas a final  de cuentas, terminare de rodillas diciendo: “no se haga mi voluntad sino la tuya”.

Mejor entonces es ir derecho, aunque eso implique un sacrificio, porque en línea recta en vez de zigzaguear se llegará con más prontitud a tu corazón.

Ahí, instalado en tu corazón, por fin comprenderé, pero sólo ahí entenderé que tu voluntad siempre fue la mía y, la mía la tuya.

El Taller del Carpintero

Yerko Reyes Benavides

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