Aunque no estés cada vez a mi lado, sostenido con fuerzas mis manos; aunque tu mirada no se pose sobre mí, ni tus labios susurren mi nombre, sé que estás ahí, te puedo encontrar y hasta ti llegar y en tu regazo reposar.No necesitas quedarte por siempre, basta que me digas que por mí nunca estarás ausente, y en tu pasar armonioso, quedarán grabadas las hullas de tu caminar amoroso, por mis pensamientos de ti prendados y en mi corazón de ti enamorado.Me basta la seguridad de tu presencia y la certeza que me das de estar, delante de mí para guiarme, detrás de mí para impulsarme, por debajo de mi para sostenerme, encima de mi para levantarme y en todo y cada lugar para amarme.No queda en mi temor, la oscuridad ya no asusta a mi corazón, y aun cuando no esté contigo a cada instante, tu amor en mi pecho late incasable y sostiene la convicción que del peligro me defiendes, tú eres la luz que se enciende y acampa en los valles de mis soledades.Si en algún momento en el yermo me veo sorprendido, entenderé Amado mío, que tu paso en mí ya has emprendido, los signos de tu amor han quedado en el camino, para que mi espíritu peregrino en pos de ti emprenda su destino.
Amén
Yerko Reyes Benavides
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