Deja

Deja que te piense, Señor,
pon tú en mi mente,
el anhelo de querer verte,
cerrar los ojos a lo conocido,
abrir las compuertas del corazón
y descubrirme a ti, vivo y cierto,
abrazándolo todo en mi interior.

Deja que te imagine, Señor,
lejos se eleven mis pensamientos,
revoloteen en ellos los trazos
que dibujan tu rostro en el firmamento,
aquellos que dejaste en el universo
para ser por un soñador, como yo, descubiertos.

Deja que te extrañe, Señor,
que mi corazón se exalte

en la esperanza de hacerte presente
en cada latido y en cada suspiro
que la añoranza deja en el retiro
de mi existir por ti en gemido.

Deja que te quiera, Señor,
que el quererte avive el deseo
de buscarte hasta encontrarte
y no dejar de amarte
ni por un solo instante.

Amén

Yerko Reyes Benavides