viernes, 4 de junio de 2021

Alcánzame


Llegaste cuando más te necesitaba,
me encontraste y a mi lado caminabas,
no dijiste palabra, mirándome estabas,
esperabas a ver si cuenta me daba
que tu mano en mi hombro ya descansaba.

Mi corazón lleno de pesar tenía,
mis ojos cegados de lamentos traía
la tristeza pesaba en demasía,
y la fe que en otros tiempos me sostenía
se había convertido en cobardía.

Llegaste y a mi te acercaste,
de mi caminar vacilante te compadeciste;
en un suspiro escuché tu voz susurrante,
y me dijiste:
“Contigo estoy,
a tu lado voy;
mías hago tus penas,
tuyas hago mis fuerzas;
tu pie no tropezará ya en piedra,
y aunque a veces te abatas
mi gracia te basta”.
Me encontraste, Dios mío,
buscándome andabas, Amado mío,
mi alma suplicando vivía
y sus palabras no entendía,
un sentir que ajeno a mi estaba
pero desde los más íntimo clamaba:
“Alcánzame en este mar desolado,
ya no existo si no estás a mi lado,
mi Dios, mi Amado”.
Amén
Yerko Reyes Benavides

No hay comentarios.: