El signo de tu entrega el tiempo no ha desvanecido,-Amén-
ni el don de tu oblación la historia ha desaparecido,
sigue estando habida la entera creación
de las gracias abundantes que brotan de tu Corazón.
En este mi caminar acelerado
los signos de tu paso he contemplado,
la premura del mundo de mi he apartado
me urge ahora quedarme a tu lado.
Suspendo la marcha, no hay prisa,
la vida va pasando aprisa,
mas no olvido la premisa:
soy creatura, soy creación;
tú mi Señor, tú mi Salvación.
Mi alma, mi ser, mi mente
de tu gracia y virtud busca embeberse;
en el brío de un gemir mi espíritu,
en tu ternura y bondad liberarse.
En este suspirar por ti enamorado
encuentro tu huella en mí, Amado:
en el firmamento de mi alma,
en el amanecer de mi corazón,
grabadas en oblación
en sangre y en letra
has dejado escrita mi senda;
palabra de vida, palabra de aliento,
ofrenda, pan, vino y alimento.
Yerko Reyes Benavides
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