miércoles, 6 de enero de 2021

Oración del Cuarto Rey

En la Epifanía del Señor

Hoy quiero a través de esta acción presentarte, Señor, el tesoro que para ti guarda mi corazón; que puesto a los pies del Niño Dios, no es más que mi humilde y sentida oración. 

En este día de Epifanía, es mi deseo y no un anhelo, levantar mis manos al cielo y con mi alma, mente y corazón en ello, bendecir, en el nombre del Señor hecho hombre, a cada niño y niña amados en tu Amor. 

Bendecir con todo mi ser y con el don que me viene de alto, a cada bebé concebido, semilla de vida divina sembrada en jardín fecundo de madre, su vida en gestación es la expresión más tierna y hermosa que nos hace semejantes a Dios. 

Te bendigo niño mío, te bendigo niña de mis ojos, en ti que aún no has nacido contemplo a Jesús y también a María, la gracia que en tu pecho reposa, fresca como agua de rocío, la esparces entre nosotros directa de las manos de Dios. 

Con mis ojos hoy detenidos ante ti mi Niño Dios, y con pesar de digo, mi regalo no es oro pues no tengo, tampoco plata que no poseo, ni si quiera mirra; más en este presente no está ausente el perfume delicado que impregna el único tesoro que paseo: 
Bendecirte, mi Bien Amado, en cada niño y niña y comprometerme a proteger su corazón. 
Mi rodilla ahora se dobla ante ti mi Señor y te entrego mi tesoro: que cada niño sea hoy y siempre bendecido en tu gracia y en tu amor. 
Amén

Yerko Reyes Benavides

No hay comentarios.: