martes, 29 de agosto de 2023

Todo de Mí

Cegados mis pensamientos vagaban
y en las sobras de lo inevitable presos quedaban;
mi espíritu impetuoso, se revelaba;
mi alma añorando, por ti lloraba.

Yo no lo sabía,
mi corazón no lo entendía
y aunque por ti gemía,
en este sopor se diluía.

Quimeras de abatimiento,
pasión sin lamentos
sueños sin estar despierto
consumían todos mis cimientos.

No había caído en cuenta
que tus manos abiertas,
han estado derramando
sin quebranto ni impedimento,
de tu corazón el sentimiento
que al mío levanta y lo llena de aliento.

No es una pretensión de mi parte, ahora, el gritar fuerte e insistente:
no retires ni de mi alma ni de mi mente
tu mano de amores insistente,
que restaura en mí la ilusión en este devenir inclemente.

Al llamarte, mi Amado,
no me mueve la vanidad,
todo en mí suspira la necesidad
de quedarme en tus brazos por siempre atrapado.
Amén

Yerko Reyes Benavides

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