martes, 3 de noviembre de 2015

"Parroquias" y Parroquias

En toda parroquia ha de existir un trasfondo espiritual que sea su norte y su guía. Un eje transversal que sea luz para que ésta no camine a la deriva. Las parroquias que se quedan sin ese sustento espiritual se convierten en instituciones rígidas carentes de corazón, y los que en ellas trabajan se constituyen en funcionarios de un culto vacío e insípido, en donde lo que vale es el show cultual de unos ritos que no nacen del corazón sino del interés por quedar bien con el propio ego.
 
La parroquia no es un lugar de ritos y sacramentos vaciados de espiritualidad. Las parroquias han de ser escuelas donde se vivencie el amor verdadero, el amor incondicional que tenga gusto a Dios. 

Muchos "amores parroquiales" están cargados de los vicios de quienes no saben amar y no les interesa amar, sino encontrar un escenario para exhibir sus egos y egolatrías, muy bien disfrazadas de "religiosidad".
 
El centro espiritual de una parroquia no es el "sr. cura de clergiman y sotana", prepotente en su envestidura, no son los "grupos de apostolado muy bien uniformados cada uno de ellos", no es el "culto", los "ritos" ni si quiera los "sacramentos", el centro espiritual de la parroquia es CRISTO y todos los demás en torno a él buscamos crecer en amor, esperanza, servicio, caridad, bondad, sinceridad, confianza, entusiasmo, relaciones sanas y positivas, convivencia fraterna y desinteresada y alegría verdadera y sincera.
 
No hagas de tu parroquia un lugar frívolo y vacío.... de esos está lleno el mundo. Busca la luz espiritual que guíe tu caminar dentro de la parroquia y que te lleve de verdad a Dios. Parroquias hay muchas.... Escuelas de donde se viva y se aprenda a amar hay muy pocas.

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