Ya estamos en Pascua, y es un tiempo que para muchos pasa desapercibido de su cotidianidad. Terminados los días Santos de la Semana Mayor todo vuelve a la rutina, al quehacer ordinario de la vida y fácilmente desaprovechamos la ocasión de adentrarnos en el tiempo que nos adentra en el gozo de Dios, vivir en la alegría del Señor.
Así pues, queriendo explicar la importancia que tiene la Pascua en la Vida Espiritual del cristiano, pensaba en estrategias sencillas para dar a entender algo que "teológicamente" resulta complicado de explicar.
Estamos ante un "Misterio" y los misterios difícilmente se explican satisfactoriamente (dejarían de serlo si así se pudiera). Sin embargo, más allá de la incapacidad racional para dar razón del misterio, el intelecto alcanza a entender aspectos del misterio que tienen consecuencias directas en la vida creyente.
Pascua no es tan sólo un "tiempo litúrgico":
Pascua es la experiencia de vida en la fe que ha de ser vivida siempre.Pascua es la manera como internalizaron los apóstoles a Cristo que después del hecho de la Cruz se le manifiesta Vivo y presente.Pascua es el clima espiritual interior de la persona de fe que vive en este mundo como ciudadano del cielo.Pascua es el misterio que vivimos, la alegría que sentimos, el gozo del Señor que da calor de Reino a nuestro corazón.Pascua el el deber ser y el poder ser en Dios, es vivir como esperamos en el amor de Dios y caminar como creemos por la fe en aquel que nos ha amado y va delante de nosotros.Pascua es entrar en la libertad de Dios, es decir vivir en el mundo sin ser del mundo.Pascua es entrar desde ya en el cielo y no salir más de él.
Y todo esto y aun más no lo sabemos, no lo conocemos y por tanto no lo vivimos, así que Pascua es el tiempo en el que aprendemos a vivir la gloria de Dios conquistada por la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo nuestro Señor.
Con esta intención, caminamos en Pascua como en un Itinerario, buscando arraigar esta experiencia espiritual a la vida. Habrá modos de hacerlo, nosotros nos decantamos por ir semana tras semana dejándonos penetrar el corazón con la Palabra de Dios y la Eucaristía.
El punto de partida es la Resurrección, es decir, darnos cuenta que en verdad estamos vivos, y lógicamente, aunque no sea tan obvio, esto no se trata del hecho biológico de respirar, sino del acontecimiento espiritual que tiene como lugar "la tumba vacía".
Si lo que te digo te resulta extraño, te animo a hacer este Itinerario Espiritual de Pascua que ahora dejo en tus manos:
Itinerario Espiritual de Pascua
Yerko Reyes Benavides
Editor