jueves, 31 de enero de 2019

Bienaventurado

Señor y Dios nuestro, la Omnipotencia define tu Divinidad, mas no te quisiste mostrar de esa manera, sino que te hiciste Uno con aquellos que invitaste a ser parte de ti, fue tu Bondad la que te precedió y, así te mostraste pródigo con la humanidad. 
Bienaventurado eres mi Señor, Dios de Bondad, en los pobres y en los de espíritu humilde te das a conocer. En ellos abunda tu amor de predilección, les has dado el Reino de los Cielos que en la tierra no poseen. 
Bienaventurado eres mi Señor, Dios de todo Consuelo, enjugas las lágrimas de los que lloran su tragedia en este mundo. Lleno estás de compasión, en ti los sufridos hallan un refugio. 
Bienaventurado eres mi Señor, que en los mansos de corazón has encontrado a quienes dar en herencia la obra de tus manos; ellos atraerán a la tierra un pedazo de tu Cielo. 
Bienaventurado eres mi Señor, tuya es la inocencia y con el hombre compartes tu pureza; quienes la preservan en su alma y corazón contemplan tu rostro de Amor, ahora y por la eternidad. 
Bienaventurado eres mi Señor, tuya es la misericordia que infundes en el corazón de los hombres; por ella los haces partícipes de la ternura que hay en tu Corazón. 
Bienaventurado eres mi Señor, en los que trabajan por la paz. Te haces alimento que sacia el hambre y sed de justicia, de aquellos que son llamados tus hijos. 
Hazme en ti, mi Señor, bienaventurado, que mi corazón no anhele nada más, ni busque otra cosa sino tu Bondad, Gracia y Amor y así, en ti, por ti y contigo ser bienaventuranza para todos, ahora, hoy y siempre.
Amén

Yerko Reyes Benavides

No hay comentarios.: