Con Flores a María,
vayamos todos con alegría
La Peonía
Hermosa flor de múltiples colores que tiene como momento de florecimiento los meses de Mayo y Junio.
Pudiésemos afirmar, que la naturaleza también rinde amor de latría a la flor más hermosa del Jardín del Señor, nuestra Madre y Señora: la Virgen María.
Sin exagerar podemos decir, pues, que la "peonía" busca nacer para venerar con sus aromas y colorida variedad el altar de nuestros amores para la Dulce Muchacha de Nazaret.
Pudiésemos afirmar, que la naturaleza también rinde amor de latría a la flor más hermosa del Jardín del Señor, nuestra Madre y Señora: la Virgen María.
Sin exagerar podemos decir, pues, que la "peonía" busca nacer para venerar con sus aromas y colorida variedad el altar de nuestros amores para la Dulce Muchacha de Nazaret.
El nombre científico de esta flor es "Peonia Suffruticosa", tiene unos 60 centímetros a 1,2 metros aproximadamente de tamaño: altura. Esta planta de origen chino forma parte de las Ranunculaceae. Las tonalidades de esta flor van desde los blancos -los más comunes- a lo rojo y púrpuras.
Son flores que enamoran, no solo por su color y su forma, si no por la intensa fragancia que desprenden al abrirse y el movimiento natural que tienen sus pétalos al abrir. Es un verdadero espectáculo que merece la pena contemplar.
Significado de las Peonías
El significado de las flores de este bello arbusto es la sinceridad. Por eso si se desea expresar sentimientos reales ésta es una buena opción.
Una flor de semejante belleza como es la peonía tiene también un bonito simbolismo. La peonía se asocia al amor, a la felicidad y la belleza, entre otras cosas. Regalar peonías se convierte en un gesto de amor y buenos deseos en la vida.
Su flor se ha convertido en símbolo de felicidad, suerte, fortuna y prosperidad.
Propósito y Compromiso
Una de las virtudes más hermosas de la persona es la "Sinceridad". Huimos rápido de las personas falsas, hipócritas y que esconden tras una máscara de complacencia sus oscuras intenciones.
El propósito de este día será la transparencia de nuestros sentimientos, afectos, palabras y expresiones. Abandonar la mentira, y ser diáfanos y trasparentes.
Tal como nos lo pedía el mismo Jesús:
"Que nuestro si, sea un Si, y nuestro no, un No" (Cf Mt 5,37).
Yerko Reyes Benavides
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