Con Flores a María,
vayamos todos a su encuentro.
El Girasol
Su nombre
científico es Helianthus annuus que surge de una combinación helios
(sol) y anthos (flor).y su principal característica es su
movimiento lento pero constante siguiendo los rayos del sol de este a
oeste, movimiento que se conoce como helitropismo.
El girasol
proviene de Norteamérica y Sudamérica: México y Perú, específicamente, aunque
actualmente se pueden encontrar grandes cultivos de girasoles en España,
Francia, Argentina, Bolivia, Rusia y China.
Las semillas
de estas flores servían de alimento a los indios, que las mezclaban con alubias
y maíz tierno. Hay unas 70 especies diferentes de girasoles que pueden
ser anuales o perennes.
El girasol
puede llegar a medir hasta los 3 metros de alto, tiene un tallo muy
ancho y fuerte, unas raíces profundas y multitud de hojas grandes y verdes
que van creciendo a lo largo del tallo; la flor del girasol, la cual puede
llegar a medir de 10 a 30 cm de diámetro y en su interior encontrarás
las tan ansiadas pipas y que además tienen muchísimos beneficios.
La flor es muy grande y su color
más característico es el amarillo, aunque existen variedades en otros
colores, como rosa, blanco, rojo o morado.
Significado
El girasol es el símbolo del Sol y simboliza el amor y la admiración. Pero también la felicidad, la vitalidad, una actitud positiva ante la vida y la energía.
El girasol
como símbolo también puede representar la fe inquebrantable que guía al alma a
la más alta sintonía espiritual. También son un símbolo de buena suerte,
riqueza y ambición.
Si partimos de que el astro rey simboliza
tradicionalmente a Dios, a lo Divino, a esa Trascendencia que nos mantiene
vivos con su luz y calor –mediante su comprensión y amor-, el girasol o mirasol
es, a su vez, un símbolo de aquél que busca permanentemente a Dios, esté donde
esté, le lleve a donde le lleve esa búsqueda.
El girasol es una bella imagen de ese ser humano profundamente enamorado de su Creador que, desde su lugar, no deja de tenerle presente durante toda la jornada, no deja de enfocar su día y su vida hacia Él.
Obteniendo su fuerza, energía y sentido de ese total sometimiento y entrega a su fuente, sin saber que es esa misma búsqueda constante la que hace de él lo que es –un girasol- y le mantiene joven, activo y con vida.
El girasol es una bella imagen de ese ser humano profundamente enamorado de su Creador que, desde su lugar, no deja de tenerle presente durante toda la jornada, no deja de enfocar su día y su vida hacia Él.
Obteniendo su fuerza, energía y sentido de ese total sometimiento y entrega a su fuente, sin saber que es esa misma búsqueda constante la que hace de él lo que es –un girasol- y le mantiene joven, activo y con vida.
Propósito y Compromiso:
Hablando de actitudes, en todos lados nos insisten en mantener una que sea siempre positiva, orientada a la alegría y la esperanza. Una actitud así nos mantiene física, psíquica y espiritualmente saludables.
Sin embargo no es sencillo darle argumentos a la razón y sobre todo al corazón para que se mantenga siempre en positiva y alegre actitud. La vida que llevamos impone un ritmo que desgasta con bastante facilidad nuestra alma y las reservas que podamos tener de "fuerza interior".
Esta flor, nos enseña con la singular sencillez de su belleza natural a mirar siempre hacia aquel de quien recibimos la gracia y el amor. Nuestra alegría será sentir el rocio de su amor que constantemente baña nuestra alma con su delicada presencia.
Nuestro propósito de este día es mirar con atención cómo Dios nos ama y manifiesta en pequeños y sencillos acontecimientos su amor por nosotros. Y el Compromiso, sera buscar su amor en el lugar donde sabemos está perennemente presente: El Sagrario. Por tanto hagamos en este día una buena y detenida visita a Jesús en el Santísimo.
Hablando de actitudes, en todos lados nos insisten en mantener una que sea siempre positiva, orientada a la alegría y la esperanza. Una actitud así nos mantiene física, psíquica y espiritualmente saludables.
Sin embargo no es sencillo darle argumentos a la razón y sobre todo al corazón para que se mantenga siempre en positiva y alegre actitud. La vida que llevamos impone un ritmo que desgasta con bastante facilidad nuestra alma y las reservas que podamos tener de "fuerza interior".
Esta flor, nos enseña con la singular sencillez de su belleza natural a mirar siempre hacia aquel de quien recibimos la gracia y el amor. Nuestra alegría será sentir el rocio de su amor que constantemente baña nuestra alma con su delicada presencia.
Nuestro propósito de este día es mirar con atención cómo Dios nos ama y manifiesta en pequeños y sencillos acontecimientos su amor por nosotros. Y el Compromiso, sera buscar su amor en el lugar donde sabemos está perennemente presente: El Sagrario. Por tanto hagamos en este día una buena y detenida visita a Jesús en el Santísimo.
Yerko Reyes Benavides
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